Según reza Heraldo de Aragón, el Ministerio de Medio Ambiente ha solicitado la redacción de un nuevo anteproyecto para el embalse de Biscarrués, en el Río Gállego.
El tema es que la DGA presionó al Ministerio de Medio Ambiente para, con el proyecto existente para un embalse de 192 hectómetros cúbicos, construir el embalse actualmente autorizado, de sólo 35 hectómetros cúbicos. Y así, de pasada, "dejar la puerta abierta", a un futuro recrecimiento. Recrecimiento que no se va a hacer, o que no se debería hacer.
En fin, ahora Boné dice que quiere el proyecto más "rápido y eficaz" que, casualmente, es el suyo, el de su partido, el de los regantes, el de las constructoras y, en general, el de un cúmulo de gente con alto porcentaje de descerebralización y un elevado grado de insolidaridad.
En cualquier caso, las cosas hay que hacerlas bien. Esto tendrían que tenerlo muy presente los políticos en especial. Y me parece perfecto que se vuelva a hacer el anteproyecto, el proyecto y todo. No estamos hablando de tonterías, estamos hablando de embalses: obras conflictivas y potencialmente peligrosas. Cuanto más se estudie, mejor será el resultado.
Y, bueno, esto de hacer las cosas bien y sin precipitarse se lo podrían aprender unos cuantos que yo me sé. De todos los colores, banderas, pelajes y tallas: todo el mundo se precipita, no se salva ni Cristo.
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