Si esta Semana Santa has muerto en la carretera por ser un imbécil y conducir más deprisa de lo que debías, o por conducir con más alcohol del permitido en la sangre, o por no prestar la atención debida a la conducción, o, en definitiva, por tus cualquier imprudencia que hayas cometido, te jodes.
Si, por los motivos listados, no has muerto pero te has lesionado de por vida o te has quedado parapléjico, te jodes.
Si, por esos mismos motivos, no has muerto ni te has lesionado, pero has provocado la muerte o lesión perpetua de otra gente, o incluso de los miembros de tu familia que viajaban contigo, o incluso de los amigos o conocidos que viajaban contigo, te jodes, porque tendrás que cargar con esa culpa durante el resto de tus días.
Si no te ha pasado nada, plantéate esto: ¿Has sido bueno? ¿Has sido malo?
Si has sido bueno, enhorabuena, sigue así, y no te descuides.
Si has sido malo, piénsatelo bien, reflexiona. No seas un imbécil y aprende para la próxima vez, mientras la haya.
Van 102 personas fallecidas en las carreteras españolas a falta del último día de la "operación" Semana Santa. Piensa lo que quieras, escúdate en lo que quieras: el estado de las carreteras, la mala señalización, el mal tiempo... Si conduces como un indeseable, tus días están contados. Sé responsable con tu vida y, lo más importante, con la de los demás.
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