martes, 10 de abril de 2007

¿Destrozar las ingenierías? (I.- El problema)

Leo en El País que el gobierno quiere equiparar las ingenierías superiores a las ingenierías técnicas.

La equivalencia de las ingenierías técnicas y superiores es una propuesta para cumplir con la "convergencia europea de educación superior" requerida por la UE. Al parecer sólo va a poder haber una titulación de cuatro años en vez de dos diferentes (una de 3 y otra de 5, como está actualmente en España).

Equiparar un ingeniero técnico con uno superior no es sólo uno chollo para el técnico y una gran "faena" e injusticia (por decirlo suavemente) para el superior, sino que además carece de sentido en muchos aspectos.

En primer lugar, porque los estudios de ingeniería técnica están enfocados de una manera completamente diferente a los estudios de ingeniería superior. Mientras que en los primeros se da una formación más elemental y eminentemente práctica, en los segundos se da una formación con una base teórica mucho mayor, un alcance mucho más amplio y un nivel de conocimientos bastante por encima del transmitido (y requerido) en los estudios de ingeniería técnica.

Tal vez haya abierto demasiada brecha entre ingenieros técnicos y superiores. En la vida real, a la hora de desempeñar sus funciones, he conocido ingenieros técnicos impresionantemente brillantes e ingenieros superiores absolutamente incompetentes en el desarrollo de labores similares. Sólo digo que el propósito de los planes de estudios y el espíritu de las universidades y escuelas de ingeniería es muy diferente a la hora de formar ingenieros técnicos y superiores, y esa diferencia forma a las personas personal y profesionalmente de diferente manera, a un nivel diferente y para desarrollar unas funciones diferentes.

En segundo lugar, y esto es lo más evidente, existen ingenierías (creo que todas menos Ingeniería Química e Ingeniería Informática) que tienen "atribuciones profesionales", es decir, que para realizar ciertas tareas se requiere, por ley, cierto nivel de formación o cualificación. Como menciona el artículo de El País, los "ingenieros de Caminos tienen la atribución, por ejemplo, de hacer una autovía o una presa o una obra como el puente de la bahía de Cádiz, mientras que los ingenieros técnicos de Obras Públicas no, pero pueden realizar una pavimentación de una calle o una canalización de riego".

La ley obliga a que existan estas diferencias porque la formación de unos y de otros (técnicos y superiores) les prepara para realizar unas tareas u otras. Equiparar, por ejemplo, la Ingeniería de Caminos con la Ingeniería Técnica en Obras Públicas, permitiría a los ingenieros técnicos realizar tareas para las cuales no están cualificados porque, hasta que se diga lo contrario, no están cualificados por ley.

Para que se vea claramente. Es como si, de repente, equiparan los enfermeros a los médicos. Entonces, un enfermero podría desempeñar la labor de un cirujano. Y, sí, un enfermero tiene una base académica y una experiencia, y conocimientos de anatomía, sanidad, etc. Y con suficiente experiencia y empeño podría aprender a operar y dedicarse a ser cirujano, pero...

¿Tiene sentido? ¿Es normal que un enfermero haga las veces de cirujano con un chasquido de dedos (el equivalente a modificar la ley así, por las buenas)? Creo que no tiene sentido, porque, en fin, yo también podría aprender a operar con suficiente experiencia y empeño, lo aseguro, y con muchísimo esfuerzo podría llegar a ser un gran cirujano...

Pero no he estudiado medicina, qué le voy a hacer.

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